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29 septiembre 2017

La Comunión Tradicionalista en las concentraciones por la unidad de España


La Secretaría Política de S.A.R. Don Sixto Enrique de Borbón recomienda a los carlistas que se unan a las concentraciones convocadas para este sábado 30 de septiembre de 2017, a las doce del mediodía ante todos los ayuntamientos de España, por la unidad de nuestra Patria.

La convocatoria pide que se lleven sólo banderas de España. Se recuerda la conveniencia de que en ellas no figure el escudo legal vigente: es mejor optar por banderas rojigualdas sin escudo ni emblema alguno, o con el Sagrado Corazón de Jesús. Evítese cualquier exaltación «constitucionalista»: no se trata de defender régimen político alguno, sino la Patria común.

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El Círculo Cultural Antonio Molle Lazo, de la Comunión Tradicionalista, se adhiere a esta convocatoria y pide la asistencia de sus socios, amigos y simpatizantes.

12 abril 2017

Peregrinación de Chartres 2017, del 3 al 5 de junio

La Delegación Nacional de las Juventudes Tradicionalistas de España se une al capítulo español de la Peregrinación de Pentecostés Chartres-París. Al frente irá el consiliario nacional de las mismas, Rvdo. Sr. D. José Ramón García Gallardo, oficial de la Orden de la Legitimidad Proscrita.

Se sale de Madrid el viernes 2 de junio por la tarde, y se regresa el lunes 5 por la noche.

Los interesados pueden ponerse en contacto con los organizadores, entre los que figura el Delegado Nacional de Juventudes Tradicionalistas, en este enlace:
http://www.fsspx.es/es/news-events/calendar/peregrinación-de-chartres-pentecostés-francia-7741

Para confirmar la asistencia o pedir más información, escribir a juventudes@carlismo.es

20 septiembre 2016

24 de septiembre: Concentración en Madrid. No al cambio de nombre de la Calle Millán-Astray

Este sábado 24 de septiembre de 2016, a las 12:00 (doce del mediodía, D.m.) las Hermandades de Antiguos Caballeros Legionarios de toda España convocan una concentración en la Plaza Mayor de Madrid, contra el cambio de nombre de la calle dedicada en esta villa al fundador de la Legión, General José Millán-Astray.

La Hermandad Nacional de Antiguos Caballeros Legionarios también se ha adherido a la convocatoria.



16 abril 2011

Éxito del acto en la UCM en defensa de la libertad de la Iglesia


Más que lleno, a rebosar, el Auditorio 1 de la Facultad de Derecho de la Universidad Complutense de Madrid, el jueves 14 de abril, para la mesa redonda «¿Vuelve la persecución contra la Iglesia?», organizada por la asociación Foro Universitario Francisco de Vitoria, con la colaboración del Círculo Cultural Antonio Molle Lazo, a raíz de los recientes ataques contra las capillas de dicha Universidad.
La primera intervención fue de la profesora Consuelo Martínez-Sicluna, brillante y aguda, que arrancó los aplausos y las risas de los asistentes. Tras ella, el periodista José Javier Esparza, seguido del canónigo doctor Ángel David Martín Rubio, cuya intervención tomamos de su cuaderno de bitácora:
El tema que nos ocupa esta mañana (¿Vuelve la persecución contra la Iglesia?) puede centrarse a partir del ámbito conceptual más amplio y complejo de las relaciones Iglesia-Estado. En este terreno cabe reducir las muchas cuestiones que podrían plantearse a dos referencias fundamentales:
  • Si el Estado o poder público debe profesar la religión católica e inspirar en ella sus leyes y fines de acción o, por el contrario, debe adoptar una posición que oscila entre la neutralidad o la positiva hostilidad ante las materias religiosas.
  • Qué consideración jurídica debe recibir la Iglesia Católica y en que términos legales tiene que encauzarse el desarrollo de su actividad. Cuestión esta que, en buena medida depende de cómo se solucione la primera parte del problema aunque no deje por ello de ser conflictiva.
A la primera cuestión, la respuesta de la teología católica y de la práctica promovida por la Iglesia en las relaciones Iglesia-Estado sostiene que el Derecho y el Estado son sujeto capaz de una inspiración religiosa adecuada a su propia naturaleza. El Derecho positivo debe concretar un Derecho natural que se asienta en la suprema ley divina y el bien común que la autoridad civil reconoce como fin no es ajeno al destino sobrenatural del hombre sino que se debe ordenar a él.

Por el contrario, las ideologías dominantes en el mundo moderno parten de presupuestos muy distintos que pueden pasar por considerar a la religión como un asunto meramente privado o como algo que hay que eliminar para permitir el progreso del hombre.

Sentado este imprescindible marco teórico, podemos entender mejor lo específico de las persecuciones religiosas sufridas por la Iglesia en el ciclo del mundo contemporáneo que se inicia con la Revolución Francesa. Proceso que adquiere un carácter peculiar en el caso español que se deriva del protagonismo que la religión católica ha tenido en la creación, desarrollo, mantenimiento y crisis de nuestra identidad nacional.

Si es verdad que Europa fue en gran parte obra de la Iglesia y de la Religión Católica, en el caso de España tal obra fue determinante para su ser hasta el punto que desde que existe como entidad política diferenciada, se la encuentra vinculada a la tradición católica como parte constitutiva de su tradición política, plasmada en leyes, en instituciones, en formas de vida y de comportamiento. («La implantación de los Mandamientos de Cristo como ley para la vida social», en expresión de Elías de Tejada). De esta manera, España y los españoles se forjan y maduran en la lucha secular contra el Islam y el protestantismo; en la defensa y en la difusión de la fe católica.

Con la escisión filosófica de Occam, religiosa de Lutero y político-moral de Maquiavelo, Bodino y Hobbes; se produce en el resto de Europa la ruptura de la Cristiandad, culminada en la paz de Westfalia (1648). Mientras el mundo moderno se dispone a seguir el criterio de Locke y a configurar el orden socio-político a espaldas de la religión, España se mantenía en el camino que Europa había seguido hasta entonces y ahora abandonaba. Pero este panorama empieza a cambiar radicalmente a comienzos del siglo XIX.

Después de la guerra de la Independencia en la cual se combate por la religión, por la Patria y por el rey legítimo, el liberalismo naciente se impone en Cádiz y da origen una situación que hará del siglo XIX el siglo del laicismo al mismo tiempo que el siglo de una resistencia indomable de lo español ante la revolución que se pretendía imponer por la fuerza. Es el período que Menéndez Pelayo definió como de «dos siglos de incesante y sistemática labor para producir artificialmente la revolución aquí donde nunca podía ser orgánica»[1].

Durante este período hubo desamortizaciones, supresión de órdenes religiosas, exclaustraciones de frailes y monjas en despiadadas condiciones, destierros, prohibición de conferir órdenes o de publicar documentos, detenciones por simple motivo de «opinión», o asesinatos por el mismo «motivo», a veces asesinatos en masa, como los de religiosos en Madrid, Barcelona y otras ciudades en 1834 y 35...

Pero lo ocurrido se entiende mal, si junto al avance del proceso revolucionario silenciamos, como hace la manualística historiográfica al uso, la resistencia manifestada en la guerra contra la Convención de 1793, especialmente en Cataluña y Navarra, y también la de la Independencia a partir de 1808, por todo el territorio nacional. En estas dos guerras España combatió las ideas de la revolución francesa en sus dos fases la jacobina y la napoleónica, ambas radicalmente descristianizadoras. Igualmente ha de situarse en ese contexto la guerra realista durante el trienio liberal, una de las que presenta de modo más puro el móvil religioso como ha demostrado acertadamente Rafael Gambra[2]. En la misma estela se sitúan las guerras carlistas y la de 1936, aunque todos estos conflictos también se hicieran presentes otros significados[3].

Los amantes de la libertad hicieron sufrir mucho a la Iglesia pero, probablemente, el daño mayor se produjo cuando el secularismo, agresivo y triunfante desde los orígenes del liberalismo, consiguió alcanzar un modus vivendi con la Iglesia al lograr un reconocimiento de la Jerarquía a cambio del Concordato de 1851. Es verdad que este acuerdo permitió a la Iglesia restaurar en alguna medida su labor pastoral pero pagando el alto coste moral de la vinculación al Estado liberal y en un escenario de proliferación de sectas, libertad de propaganda para el más corrosivo laicismo y progresiva descristianización contra la que podía muy poco la buena voluntad de beneméritos eclesiásticos, muchos de ellos fundadores e impulsores de nuevas órdenes religiosas masculinas y femeninas. Una vez más se reprodujo la situación que denunciaba Ramón Nocedal:

«No, ni el mundo en general, ni España especialmente se pierden sólo por culpa del liberalismo; se pierden también, y muy principalmente, por culpa de los que abandonan la lucha, y entienden que cumpliendo sus obligaciones particulares ya pueden dejar que azoten a Cristo y crucifiquen a la Patria, y aún ayudar a los sayones, o al menos guardarles la ropa, por un pedazo de pan o por no reñir con nadie»[4].

Pese a todo, para el radicalismo liberal y el obrerismo revolucionario aquella situación era un clericalismo en el que la Iglesia debería sucumbir entre las ruinas del Estado y la sociedad. Por eso Vicente Palacio Atard habla de una doble cuna del laicismo en España: «la raíz intelectual, fruto del subjetivismo liberal y del positivismo científico, considera a la Iglesia enemiga del progreso; y la raíz popular, con una enorme fuerza pasional, descarga sus emociones en un enconado odio a la Iglesia»[5].

A lo largo de este tiempo, la Jerarquía española y aún la Santa Sede no eludieron su opinión sobre esta situación que denunciaron con claridad, haciendo notar también las causas internas de la crisis analizando los fallos del catolicismo español y sugiriendo posibles remedios. De estos aspectos, creo importante resaltar un aspecto que, por ser constante en años posteriores, ilustra y facilita la comprensión de posturas y hechos: la crítica al laicismo de Estado entendido como separación hostil y rechazo de la herencia espiritual y católica de España. Esta crítica estará presente en todos los pronunciamientos públicos de la Iglesia española, en las manifestaciones de la Santa Sede y en la línea de actuación de los comportamientos inspirados en el catolicismo.

2. Si este panorama describe de alguna manera lo ocurrido durante el siglo XIX y el primer tercio del XX; la situación se hará especialmente dramática cuando nuestra nación conoció a mediados de los años treinta un proceso revolucionario del que formaba parte inseparable una sangrienta. Del total de los casi siete mil (6.832) eclesiásticos asesinados –obispos, sacerdotes, religiosos y religiosas- más de cinco mil lo fueron en los meses de julio a diciembre de 1936, a los que hay que añadir los miles de laicos, también sacrificados por razón de su fe.

No entro en el análisis de las manifestaciones de la persecución religiosa durante la Segunda República y la Guerra Civil por las limitaciones que nos impone el tiempo y porque las considero bien conocidas del auditorio. He preferido exponer por eso con más detalle las vicisitudes de nuestro en tantas cosas ignorado siglo XIX.

En todo caso, de toda esta trayectoria histórica podemos deducir las siguientes

Conclusiones:

1ª) El factor religioso, constituye uno de los elementos sustanciales de los enfrentamientos que se han producido en España durante los siglos XIX y XX. La íntima relación religión-sociedad no es algo impuesto artificialmente sino hondamente radicado en la entraña de cualquier comunidad el intento de provocar la ruptura, de desarraigar lo religioso será siempre un fenómeno conflictivo en todos los lugares donde la revolución moderna pretenda aplicar sus criterios y necesariamente desestabilizador y traumático en aquellas ocasiones en que logre alcanzar su objetivo. La historia española ha estado atravesada en los siglos XIX y XX por esta importante fuente de inestabilidad y desequilibrio.

2ª) En varios momentos históricos como la revolución liberal y la segunda República la situación de hecho de la Iglesia y los católicos fue de acoso y persecución abierta, situación que algunos sectores justificaban por considerarla necesaria para la renovación de España porque atribuían a la Iglesia ser una de las principales causas de los males de la sociedad española. En algunos partidos, casi era convicción obligada, debido a sus propios presupuestos ideológicos en los que la religión constituía un elemento alienante que había que destruir.

3ª) La experiencia demuestra que la respuesta al laicismo agresivo, nunca será eficaz desde la propuesta de una presunta autonomía de las realidades temporales, de la separación Iglesia-Estado, o de la presunta neutralidad de este último.

Los principios de la Doctrina Católica y el Reinado Social de Jesucristo son la única referencia capaz de asentar sobre bases sólidas la verdadera política que busca el bien común, mucho más allá de las visiones parciales propuestas por ideologías como el socialismo o el liberalismo.

La única alternativa posible a la persecución religiosa es la re-cristianización que pasa por el reconocimiento de lo que el pensamiento tradicional español llama ortodoxia pública, es decir, el establecimiento de un régimen político «que afirma un contenido de principios, verdades o valores de carácter superior e inmutable como base de su convivencia moral y de sus leyes»[6].

Se trataría así de poner en práctica el atractivo programa que se describe con estas palabras en la Sagrada Escritura:

«Levantemos a nuestro pueblo de la ruina y luchemos por nuestro pueblo y por el Lugar Santo» (1 Mac 3, 43).

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[1] Marcelino Menéndez Pelayo, Historia de los heterodoxos españoles, Madrid: BAC, 1967, p. 1038.
[2] Cfr. Rafael Gambra, La primera guerra civil de España (1821-1823), historia y meditación de una lucha olvidada, Buenos Aires: Ediciones Nueva Hispanidad, 2006.
[3] Miguel Ayuso, Las murallas de la ciudad, Buenos Aires: Ediciones Nueva Hispanidad, 2001, p. 117.
[4] Cit.por: Jaime de Carlos Gómez-Rodulfo, Antología de Ramón Nocedal y Romea, Madrid: Editorial Tradicionalista, 1952, p.27.
[5] Vicente Palacio Atard, Cinco historias de la República y de la Guerra, Madrid: Editora Nacional, Madrid, 1973, p. 41.
[6] Rafael Gambra, Tradición o Mimetismo, Madrid: IEP, 1976, p.94.

Cerró el turno de intervenciones el profesor José Miguel Gambra, Presidente del Círculo Cultural Antonio Molle Lazo y Jefe Delegado de la Comunión Tradicionalista. Reproducimos a continuación sus palabras:
Agradezco a FORO su invitación para hablar en esta ocasión, felicito a D. Javier Esparza y a D. Ángel David Martín Rubio, por su brillante intervención, y doy las gracias a la Dra. Martínez-Sicluna, que me ha introducido como miembro de esta Universidad. Sin embargo, aunque estoy unido a ella desde hace treinta y tantos años como profesor, prefiero no presentarme de esa manera, sino como presidente del Círculo de Estudios Tradicionalistas Antonio Molle Lazo. Y no me quiero presentar como profesor de esta casa, porque los actos sacrílegos en ella realizados enturbian tanto el prestigio de esta que fue venerable institución, que pertenecer a ella ya no es para mí un honor. La totalidad de los méritos acumulados, durante más de quinientos años, por los sabios que han pertenecido a la Complutense no basta para enjugar la afrenta cometida en Somosaguas contra Nuestro Señor.

Dirán ustedes, sin duda, que esta apreciación es en extremo injusta, pues la Universidad Complutense no puede responsabilizarse de los desmanes cometidos por sus alumnos. No es así. Para convencerse basta ver las reacciones oficiales de sus autoridades: los actos sólo fueron condenados de manera formularia, las autores no han sido expedientados y las asociaciones que los han perpetrado no han sido ilegalizadas. Al contrario, se les han concedido los locales del centro de Madrid para que desde allí irradien su anticatolicismo a toda la ciudad convocando la procesión atea proyectada para el Jueves Santo.

Esta respuesta de las autoridades da la impresión de una cierta anuencia a las profanaciones y, si miramos antes y alrededor de esos incalificables actos, esa impresión se reafirma.

La legislación democratizante de tiempos recientes permite formar asociaciones estudiantiles y concede una importante representación de alumnos en los órganos de gobierno. Al principio, en la época de decadencia del marxismo tras el desfondamiento de la Unión Soviética, las asociaciones eran más o menos inocuas y había escasísima participación del alumnado en muchos órganos rectores. En los últimos años, el neomarxismo, que toma las formas de antiglobalización, de feminismo, de sexualismo antinatural o de movimientos antisistema, ha aprovechado esas facilidades para constituir asociaciones que, a su vez, han copado buena parte de la representación estudiantil en los órganos universitarios, la mayoría de las veces con un apoyo ridículo por parte del alumnado. La masiva abstención de los alumnos en las elecciones a representantes ha sido descaradamente utilizada por esas asociaciones para ocupar toda la representación en los órganos de gobierno, con un apoyo que, a veces, no supera el 5% y puede ser del 2% de los alumnos.

El poder de esas asociaciones ha crecido hasta el punto de ejercer una verdadera tiranía en algunas facultades; tiranía que está en proporción directa a la presencia de autoridades académicas de similar ideología. En Políticas, cuyo decano ha defendido el sacrílego asalto a la capilla como «expresión de pluralidad de tendencias», el desorden ha llegado a ser tal, que, hace unos días se han suspendido actos ya concedidos, porque podían no gustar a las asociaciones y porque el decano se ha sentido incapaz de asegurar que se desarrollen con normalidad. Y, durante el mandato del rector Berzosa, se ha extendido a toda la universidad la anarquía que ha convertido políticas en un verdadero zoco impresentable.

Así, en muchas facultades, so pretexto de libertad de expresión, se han hecho común el insulto más descarado a la religión y a las cosas más sagradas, sin que las autoridades hayan querido poner coto a ello, sea por temor sea por convencimiento. Los mismos órganos del rectorado han desoído sistemáticamente las denuncias que algunos hemos presentado, durante todos estos años, contra la práctica de poner carteles insultantes para la Iglesia y la religión. En cambio, cualquier denuncia por parte del feminismo radical ha sido presurosamente atendida, por lo menos en lo que yo he podido conocer.

A nadie se le escapa que, a un nivel más alto del poder, la era Berzosa ha coincidido con la era Zapatero. La poderosa mente de estadista que posee Zapatero le ha llevado a proponerse como programa de gobierno demostrar que es tan rojo como su abuelito. Por eso ha roto con todos los pactos implícitos alrededor de la Constitución y se ha dedicado, con especial encono, no sólo a promulgar leyes contra la moral católica, como sus predecesores, sino a perseguir directamente a la Iglesia y a promocionar la cultura de la blasfemia. Cabe incluso conjeturar que el año de plazo que le queda antes de dejar el Gobierno lo dedique a completar ese programa, de manera que posiblemente la persecución arrecie en los próximos meses.

¡No! Los profanadores de Somosaguas y sus corifeos no son enfermos psiquiátricos, como han dicho algunos medios de comunicación. Los actos de las personajas que asaltaron la capilla no son sino la puesta en práctica de lo que les ha sido transmitido por el ambiente sostenido o tolerado muchas autoridades académicas y de lo que les ha transmitido la cultura subvencionada, y los medios de comunicación oficiales. Se trata de avanzadillas de jóvenes marxistas, similares a las que, so pretexto de libertad, se adueñaron de la Universidad al final del régimen anterior, y que ahora, so pretexto de que la Universidad sea pública, ya no defienden libertad alguna, sino que ejercen una auténtica dictadura popular que quiere expulsar de la universidad cuanto no coincida con sus presupuestos ideológicos, y especialmente a los católicos. Antes, por lo menos estaban rodeados del halo estético de quienes se oponen al poder, hoy no son más que serviles sicarios del poder político, que en los actuales sistemas bipartidistas –no nos engañemos– deja a las izquierdas el gobierno de las mentes con tal de que éstas dejen al centro el poder económico. Es de suponer que el nuevo rector vestirá de uniforme y gorra de plato a estos sicarios y que los veremos paseándose por la Universidad y vigilando las actividades contrarias a los ucases rectorales.

Los actos de Somosaguas se ha dicho que son teatrales, simbólicos y sin violencia. Pero tales actos, más o menos intelectualoides, son síntoma de lo que se avecina. En los Madriles del Trienio Liberal, los cafés y ateneos estaban poblados de jovenzanos exaltados que adoptaban actitudes declamatorias entre bufas y blasfemas, con aplauso de las sociedades secretas que, de hecho, gobernaban el país. Pocos años después, en 1834, cuando ese ambiente penetró más allá de las élites intelectuales, la bufonada sacrílega se convirtió en matanza y despedazamiento de frailes, y en profanación y destrucción de iglesias, ante los cuales Martínez de la Rosa –un centrista de entonces– se lavó las manos y se limitó a lamentar lo ocurrido.

Los eclesiásticos, ante hechos de esta clase, empiezan, no sin razón, a poner sus barbas en remojo y echan de menos unas potentes ayudas que no les llegan de parte alguna. Sólo algunas instituciones de escasos medios y algunas personas aisladas les han prestado apoyo en esta tesitura, que probablemente se extenderá como un reguero de pólvora.

Su debilidad se ha visto propiciada por unos errores que vienen de lejos. Las autoridades eclesiásticas apostaron decididamente por la democracia en la Transición y usaron de una autoridad, que no tenían, para exigir de los fieles que no formaran partidos ni grupos políticos católicos y que se conformaran con inspirar desde dentro los partidos laicos existentes. Y eso no fue sólo una tendencia de los eclesiásticos españoles, sino que venía de más arriba. Baste pensar que la legislación eclesiástica ha incluido la obligación a priori de pedir permiso a los ordinarios, o la autoridad eclesiástica competente, para que cualquier asociación pueda hacer uso del nombre de católicos. Y como ese permiso, de facto, no se concede sino a los demócrata-cristianos, el resultado es que hoy no hay partido fuerte alguno que defienda a la Iglesia, y los eclesiásticos andan tan desamparados en la selva política como niños perdidos en un bosque.

Agradecidos por la ayuda de los eclesiásticos, los partidos políticos de uno y otro signo, durante bastantes años, no acosaron para nada a la Iglesia. Las izquierdas, incluidas las más extremas, en parte por la propia decadencia mundial de esa ideología y, en parte, por lo asombrados que debían de estar ante la actitud de los jerarcas eclesiásticos, convivieron en relativa paz con ellos. Pero, desde Zapatero, el ensalmo se ha roto y, desparecida la tácita connivencia entre los eclesiásticos y el estado constitucional, el peligro anticristiano que este conlleva en esencia, ha aparecido con toda su crueldad.

Ante semejante situación cualquiera se preguntará ¿por qué no cambia de estrategia la Iglesia? Lo que pasa es que no se trata de una estrategia momentánea, sino de la aplicación de la absurda teoría del estado laico-cristiano, que es una opinión utópica, irrealizada e irrealizable, ajena a la tradición católica, que afecta a asuntos políticos en los cuales la jerarquía eclesiástica no tiene especial autoridad.

En la literatura generada por los acontecimientos de Somosaguas, se ha llamado repetidamente cobardes a sus autores, porque no se atreven a hacer con las mezquitas musulmanas lo mismo que con los templos católicos. Implícitamente se supone que los católicos no se van a defender. Verdad es que la religión católica dista mucho de la crueldad mahometana, lo cual no quita que el catolicismo español siempre haya sabido defender su religión, ya desde tiempos de la invasión musulmana hasta épocas más recientes. De hecho, la persecución a la Iglesia ha sido el principal acicate de muchas de las contiendas de los últimos siglos, desde la Guerra de la Convención a la Guerra del 36, pasando por las de la independencia y las guerras carlistas.

Siguiendo el ejemplo de sus mayores, el catolicismo español, por amor a Dios y a la Iglesia, tiene que recuperar la influencia política que por su número le corresponde. Y, por paradójico que parezca, tiene que empezar por abandonar el clericalismo que le tiene paralizado. Es de toda evidencia que no bastan denuncias, recogidas de firmas y manifestaciones. Es de vital urgencia que los católicos hallen la vía de asociarse, con o sin el beneplácito de las autoridades eclesiásticas, porque la función de éstas no es organizar la sociedad civil, sino transmitir la doctrina social, en consonancia con la tradición, señalar el error e intervenir en lo que afecte a asuntos espirituales.

Hay que adherirse a las organizaciones y partidos que defienden la integridad de la tradicional doctrina social de la Iglesia, con el fin de evitar en nuestro país la barbarie anticatólica que empieza a aflorar, y cuyas imprevisibles consecuencias pueden ser de la mayor gravedad. La incapacidad de los eclesiásticos no nos exonera de la obligación de defender a Dios. Hay que romper con el voto cautivo de los católicos y restar apoyo a los partidos que se reparten el poder. Dentro de la legalidad humana vigente, ése es el único camino efectivo.

Pero, si la ley humana falla y esto sigue así, los católicos deberemos hacer cuanto permita la ley de Dios en defensa de Nuestro Señor y de la Iglesia, empezando por acudir a la procesión blasfema de Jueves Santo, por ponerse delante y, luego, pues ¡a ver qué pasa! Lo exige nuestra fe, lo exige nuestro amor a España y lo exige el honor mismo que merece Dios.

25 enero 2011

Madrid, el 5 a las 5


Para facilitar a los socios y amigos que lo deseen la asistencia a la manifestación que convoca Voces Contra el Terrorismo el sábado 5 de febrero en Madrid, el Círculo Cultural Antonio Molle Lazo pospone su seminario mensual de formación al sábado 12 de febrero, a las siete de la tarde.

Se ruega a los carlistas y simpatizantes que vayan a acudir a dicha manifestación se pongan previamente en contacto con los mandos de la Comunión.

07 enero 2008

Boletín CASTILLA CARLISTA

Ha aparecido Castilla Carlista, órgano de difusión del Círculo Antonio Molle Lazo. Este número 1 incluye, tras el editorial y la felicitación navideña, noticia y fotos de las salidas de montaña de las Juventudes Tradicionalistas madrileñas; así como de la presencia en la manifestación de la AVT del pasado 24 de noviembre y del seminario de formación del 1 de diciembre. Además de crítica de cine, avisos, enlaces, etc.

Correo electrónico

Apartado de Correos 50.571
28080 Madrid

25 febrero 2007

El Círculo con las víctimas del terrorismo

Banderas carlistas junto al estrado (foto EFE)

Madrid, 24 febrero 2007 (Carlismo.es). Miembros del Círculo Antonio Molle Lazo y de las Juventudes Tradicionalistas han participado una vez más en una concentración de la Asociación de Víctimas del Terrorismo. Cientos de miles de españoles se han manifestado de nuevo por España y contra el terrorismo. En esta ocasión se trataba de rendir un homenaje a las víctimas del sanguinario etarra José Ignacio de Juana Chaos, pero también se ha exigido al actual gobierno «cobarde y ruin» (en palabras de Toñi Santiago, madre de Silvia, la niña de seis años asesinada por ETA el 4 de agosto de 2002) que no conceda beneficios a los terroristas, que endurezca la legislación y que no ceda al chantaje. Los testimonios de las víctimas, ciertamente desgarradores, han puesto de manifiesto la cobardía e incapacidad del actual sistema para afrontar la lucha contra el terrorismo. Una cruz en el estrado de las intervenciones junto a la interpretación de «La muerte no es final» y la Marcha Real han dado una gran solemnidad a la concentración.

Las banderas carlistas se han podido ver en varios puntos de la Plaza de Colón, algunas muy cerca del estrado de intervenciones. Desde las cuatro se reunían los primeros carlistas con las boinas y las banderas rojigualdas y de la Cruz de Borgoña en las calles adyacentes a la concentración. Marcharon desde la Glorieta de Alonso Martínez con la pancarta «Contra la negociación del Estado, ¡ESPAÑA NO SE RINDE!» firmada por la Comunión Tradicionalista, exhibiéndola durante toda la concentración. Los asistentes, siguiendo la tónica general del resto de las manifestaciones en que han participado los carlistas, se han congratulado de la presencia de los defensores de la Tradición y se han mostrado totalmente de acuerdo con la propaganda repartida.

Ha sido destacable en esta ocasión la presencia más que marginal de banderas autonómicas antihistóricas o antiespañolas (como la ikurriña o la blanca y verde que pretende representar a Andalucía). Por contra la Plaza de Colón era un mar de banderas rojigualdas, aunque también se han podido ver banderas históricas, como la de Navarra.

El PP finalmente mandó una representación ridícula y anecdótica, en la que no estuvieron sus principales dirigentes ni su presidente (en contraste con otras manifestaciones, en las que movilizó llamativamente a alcaldes de grandes ciudades, presidentes autonómicos y a toda la plana directiva). Lo que nos hace albergar un moderado optimismo sobre el buen funcionamiento en libertad de la sana sociedad española al margen de la disputa partidista.

Los carlistas no toleraremos la disolución de lo que queda de España, ni la anexión de Navarra a la artificial comunidad autónoma de Euskadi, ni la conversión del Estado en un conjunto de taifas. Seguiremos reivindicando la memoria, la dignidad y la justicia de las víctimas; pero no nos dejaremos instrumentalizar por convocatorias liberales ni jacobinas. En el fuero, expresión jurídica de la Tradición española, está la solución política de la falsa dialéctica (pues son dos caras de la misma moneda) centralismo/separatismo. Una vez más, la Tradición es la solución.

29 noviembre 2006

Éxito de la manifestación contra la rendición del Estado


Fuente: Agencia Faro

Madrid, 25 noviembre 2006. Más de un millón trescientos mil manifestantes acudieron a la llamada de la Asociación de Víctimas del Terrorismo: "¡Rendición en mi nombre, NO!". Por su parte, el Gobierno socialista ha vuelto a hacer el ridículo (y a atribuírselo a la Policía), reduciendo la cifra al diez por ciento de la misma.

Ese número de manifestantes, 1300000, es sólo una parte del número de españoles que rechazan la negociación, la rendición, la entrega a ETA/Batasuna que están llevando a cabo los socialistas y sus aliados. Asunto que, además, no depende de números: ni la Patria es negociable, ni la justicia permite que un solo terrorista o colaborador de los terroristas escape sin castigo; ni siquiera en nombre de una "paz" falsa e indigna.

La magnitud de la manifestación fue tal, que muchos no pudieron llegar más arriba de la mitad de la calle de Velázquez, por donde discurría, antes de que el acto público terminara, dos horas y media después de su inicio. Al principal grupo carlista, situado tras su pancarta "Contra la negociación del Estado ¡España no se rinde!", le llevó más de cuarenta minutos avanzar entre los números 12 y 16 de la calle. Otros carlistas quedaron sin poder incorporarse al grupo principal; en las imágenes de las televisiones pueden verse banderas de la cruz de San Andrés en puntos diversos.

Como los lectores de FARO ya saben, la manifestación contaba con la adhesión de la Secretaría Política de S.A.R. Don Sixto Enrique de Borbón, cuyo segundo responsable tomó parte en ella personalmente. Las manifestaciones de simpatía, apoyo e interés (aplausos, vítores; preguntas y consultas) por parte de los manifestantes y los madrileños que la presenciaban, demostró a los carlistas --con boinas rojas, banderas de España, de la cruz de Borgoña y del reino de Navarra, ésta con la Cruz Laureada de San Fernando-- que la Comunión Tradicionalista cuenta con un respaldo potencial que debe cultivar, para la urgente tarea de restaurar la Patria. Muchos manifestaban su alarma ante la planeada entrega de Navarra a los separatistas vascongados, y su disponibilidad para apoyar a los tradicionalistas en la defensa del viejo Reyno.

Quienes pudieron llegar, ya anochecido y bajo una intensa lluvia --que no desanimó a los participantes-- al término de la manifestación, escucharon, tras la interpretación al violín del himno de la Asociación de Víctimas del Terrorismo, y la intervención del catedrático Agapito Maestre, a Francisco José Alcaraz, presidente de la AVT, leer un manifiesto, en que se puso en evidencia la doblez y mentira del PSOE y sus dirigentes sobre la negociación con ETA. Alcaraz advirtió que ETA está aprovechando la situación para rearmarse, y exigió al Gobierno que "deje de dar cabida" al proceso de rendición y advirtió de que la "rebelión cívica" irá "en aumento" si no se sabe la verdad de los "compromisos adquiridos" con la banda.

Cuando se pidió un minuto de silencio por las víctimas del terrorismo, numerosos asistentes protestaron contra la adopción --seguramente inocente-- de esta costumbre masónica, y en su lugar rezaron en voz alta el Padrenuestro.

Los manifestantes, a cuya cabeza figuraban Irene Villa y otras víctimas del terrorismo, corearon incesantemente consignas contra la rendición, contra el Gobierno ("¡Zapatero, embustero!", "¡Zapatero, dimisión!", "Con ETA rendición, con las víctimas traición"), y exigiendo la verdad sobre los atentados del 11-M. Los carlistas, por su parte, lanzaron consignas que fueron bien recibidas y coreadas por otros manifestantes, como "Navarra no se vende, España no se rinde", "No nos engañan, Vascongadas es España", "Española bai, ikurriña ez". Los gritos que espontáneamente fueron surgiendo contra Juan Carlos y contra la Constitución de 1978 (pues el jefe del Estado es, en mayor medida aún que el presidente del Gobierno, responsable de la situación actual, y la Constitución es la incubadora que ha permitido el desarrollo de los nacionalismos), fueron abandonados a petición de un miembro de la AVT, temeroso del uso que los medios podían hacer de tales manifestaciones.

Del transcurso y el resultado de la manifestación fue informado telefónicamente el Duque de Aranjuez, Don Sixto Enrique de Borbón, quien expresamente lo había pedido. El Abanderado de la Tradición, él mismo víctima del terrorismo mahometano, sigue con grave preocupación el proceso.

Muchos medios de comunicación, así como los portavoces del Gobierno y de sus secuaces, han vuelto a intentar atribuir al Partido Popular la movilización contra el mal llamado "proceso de paz". Con ello buscan hurtar el éxito a la AVT y a la sociedad española, y de paso esterilizar la movilización, echándola en brazos del controlable adversario (en este sentido, véase entre otros el artículo "El mal menor, el Partido Popular y las trampas del sistema" en Artículos de FARO). El PP, por descontado, se apunta a esta tergiversación, y así pudimos ver a su plana mayor pegada, por detrás, a la cabecera de la manifestación. Como símbolo de su hipocresía y de la absoluta confusión que representan, véase a Mariano Rajoy y los suyos con la "ikurriña" (bandera del separatismo vasco, inventada por los hermanos Arana Goiri) pinchando aquí. Nótese también la ausencia de banderas de España alrededor de los del PP, mientras que en la manifestación ondeaban decenas de miles de ellas.

Como cabía esperar, el Gobierno no escucha; Rodríguez Zapatero fía en el apoyo de las logias, en la tela de araña de la izquierda, en el de las grandes finanzas, y en el de sus homólogos como Tabaré Vázquez, Castro, Kirchner, Morales, Lula da Silva o Chávez. Fía en la estupidez, la cobardía y la venalidad de la derecha.

La rebelión cívica que auspicia la AVT debe, añadimos nosotros, dar un paso más, y constatar que la justicia y la unidad de las Españas no son posibles dentro del régimen actual. El sistema es el problema. La Tradición es la solución.

Crónica carlista de la manifestación en Carlismo.es: pinchar aquí
Vídeo de EFE que muestra la pancarta carlista:
pinchar aquí
Vídeo de Tele Madrid en que se ven brevemente banderas de la cruz de Borgoña:
pinchar aquí
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24 noviembre 2006

Madrid. Convocatorias sábado 25 noviembre




Recordamos las convocatorias para este sábado 25 de noviembre:


A las 11:30, primer seminario de formación de este curso del Círculo Cultural Antonio Molle Lazo, bajo el título

Tradicionalismo Hispanoamericano (1):

vida y obra del Padre Osvaldo Lira

Ponente: Cristián Garay Vera, profesor universitario y periodista chileno.

Se celebrará en la sede de la Fundación Francisco Elías de Tejada y Erasmo Pércopo, C/. José Abascal (ant. General Sanjurjo), 38, bajo izquierda.
Información sobre los seminarios del Círculo Molle Lazo: teléfono 639571159



A las 17:00, manifestación AVT
¡Rendición en mi nombre, NO!

Con la adhesión de la Secretaría Política de S.A.R. Don Sixto Enrique de Borbón

CONTRA LA NEGOCIACIÓN DEL ESTADO
¡ESPAÑA NO SE RINDE!
COMUNIÓN TRADICIONALISTA
WWW.CARLISMO.ES

Discurrirá por la calle Velázquez, desde el número 1 (esquina con la calle de Alcalá; Metro: Retiro, Príncipe de Vergara, Serrano) hasta el número 131 (esquina con la calle López de Hoyos). Hay que acceder a la manifestación por las calles Alcalá, Conde de Aranda, Villanueva, Gurtubay y Jorge Juan. El resto de las calles permanecerán cortadas a peatones y vehículos.

Autobuses desde todos los lugares de la Península. Información en el teléfono 917025853 y en http://www.avt.org

Hay un punto de encuentro designado para los carlistas, a las 16:30 (cuatro y media de la tarde). Teléfono 676755837. Se ruega boina roja.

09 junio 2006

Adhesión del Círculo y de toda la Comunión Tradicionalista a la concentración de la AVT

Madrid, junio 2006. La Secretaría Política de S.A.R. Don Sixto Enrique de Borbón ha hecho público el siguiente comunicado:

"La Comunión Tradicionalista y sus asociaciones y, en su nombre, la Secretaría Política de S.A.R. Don Sixto Enrique de Borbón, se adhieren a la concentración convocada por la Asociación de Víctimas del Terrorismo en Madrid, Plaza de Colón, el sábado 10 de junio de 2006."

Cuando un senador del Partido Nacionalista Vasco como Javier Maqueda (contra quien la Plataforma "España y Libertad" ha presentado una denuncia ante la Sala Segunda de lo Penal del Tribunal Supremo) se permite afirmar públicamente "El que no se sienta nacionalista ni quiera a lo suyo no tiene derecho a vivir"; cuando el Gobierno de Rodríguez Zapatero da a ETA/Batasuna cuanto quiere, y pretende hacer olvidar la matanza del 11-M de 2004, que los llevó al poder, sin dar a conocer a los culpables, es indispensable que estemos en la Plaza de Colón de Madrid, el sábado 10 de junio, a las 18:00, apoyando a la AVT bajo el doble lema ¡Queremos saber la verdad! y ¡Negociación en mi nombre NO!

27 febrero 2006

Por Nuestros muertos España no se negocia


Madrid, 25 febrero 2006. La Comunión Tradicionalista ha vuelto a sumarse a una convocatoria de la Asociación de Víctimas del Terrorismo. Lo había hecho el 4 de junio, y también en enero de 2005 en la Puerta del Sol. Los carlistas concurrieron a la convocatoria con una pancarta de siete metros de largo con el lema "Por nuestros muertos, ¡España NO se negocia!".

En la imagen la hermana de Jose Mari Arrizabalaga sosteniendo una pancarta con la foto de su hermano asesinado.

Nuevamente los medios adictos al Gobierno frentepopulista han jugado a rebajar las cifras de asistentes de forma obscena, lo cual ha vuelto a provocar la hilaridad en muchos observadores extranjeros. Alrededor de millón y medio de personas han asistido a esta manifestación. Los testimonios gráficos son concluyentes.

Frente a la manipulación por ciertos sectores liberal-conservadores, contra el intento de instrumentalización por parte del PP (que negoció con ETA tanto como el PSOE durante la pasada tregua-trampa), los carlistas estuvimos en la manifestación en cumplimiento de un deber religioso y patriótico. Por nuestros muertos... Por los que no murieron ni por la democracia ni por la Constitución. Por los que fueron asesinados por mantener la multisecular lealtad a la Comunión Tradicionalista, a la Tradición hispánica, a la verdadera España. Por los que fueron olvidados durante tantos años por el sistema y ahora sirven para sus estadísticas (aunque siempre tuvieron el recuerdo y el honor de sus familias y correligionarios). Por ellos, sobre todo por ellos, y por el resto de españoles asesinados, estuvimos en la calle reivindicando una solución digna y justa al terrorismo.

La jornada comenzó con el rezo de una oración por todas las victimas del terrorismo tras, lo cual los carlistas con su gran pancarta y con banderas de España y de la Cruz de San Andrés, formaron un cortejo que subió desde Nuevos Ministerios hasta la Plaza de la República Argentina. Se compartió parte del trayecto con los miembros de la Asociación Juvenil Batzegada, que con sus senyeras croadas, sus banderas de villas catalanas y sus barretinas mezcladas con las boinas rojas de los carlistas, dieron color a la marcha.

La lluvia que cayó durante todo el trayecto y el frío de la tarde madrileña no impidieron que la participación de los carlistas fuese de las más combativas y animadas, con incesantes consignas como "La solución es la Tradición", "Por nuestros muertos, no a la rendición", "Pena de muerte contra el terrorismo", "Vascongadas son España", "Tiene la ley, Cristo Rey", "Un sol crit, guerra al tripartit", "La Constitución es el error", "Aborto retroactivo para el ejecutivo", o "A España servir hasta morir" (lema eliminado por el "católico" Ministro de ¿Defensa?, José Bono)... Que eran coreadas por la gente que se arremolinaba en torno a la pancarta y que manifestaba su simpatía por nuestra presencia. Muchos se confesaban de ascendencia carlista, sobre todo entre vascos y navarros, y un manifestante victima del terrorismo nos agradeció especialmente nuestra presencia, solidarizándose contra el ostracismo al que fueron condenadas las víctimas carlistas e incómodas para el sistema.

Durante el recorrido se realizaron varios contactos entre gente joven que se interesó por los próximos actos de la Comunión. Diversos medios de comunicación (City FM, Onda Sierra Radio, etc.) se hicieron eco de la presencia carlista. En Telemadrid se pudieron ver sus banderas, así como en las portadas de diarios de varias regiones, como por ejemplo La Nueva España, de Asturias. También en la galería de fotos de la manifestación en Libertad Digital. (En breve se incluirán fotos y vídeo en Agencia FARO).
Las Juventudes Tradicionalistas repartieron cientos de copias de un manifiesto contra el terrorismo, que reproduce en parte el que se repartió en la manifestación del pasado 4 de junio, pero que insiste en el cinísmo del PP.

EL CARLISMO CONTRA EL TERRORISMO,
¡ESPAÑA NO SE NEGOCIA! El terrorismo como uso político del asesinato para la subversión es un acto moralmente execrable. Nada tiene que ver con el posible uso legítimo de la violencia. Es una praxis fruto de la teoría marxista, y son los grupos marxistas siempre los que en todo momento y lugar han usado el terrorismo. En España, además, con la circunstancia de mezclarse con el odio cainita de los separatistas. Y más recientemente instrumentalizado a favor de una religión falsa y corruptora, como es el Islam.

El Carlismo no condena la autodefensa incluso con medios violentos. Tampoco se opone a la pena de muerte contra el terrorismo para la defensa de la sociedad. Pero siempre alzará su voz contra los crímenes terroristas que lleva sufriendo en sus propias carnes más de 160 años. Y con mayor energía contra los etarras, antes de que se diese una percepción generalizada por parte del pueblo español de la abyección de los mismos. Por eso, con la legitimidad de ser la fuerza política más antigua en sufrir y denunciar el terrorismo queremos llamar la atención sobre:

1.- El nexo inseparable que une al terrorismo con determinadas ideologías. No es el terrorismo un fenómeno aislado, puntual o fruto de una minoría. En cambio es el desenlace lógico de unas ideologías inmorales que niegan a Dios y buscan su negación pública, sea sustituyéndolo por una falsa nación o por una utópica revolución.

2.- La debilidad y cobardía del actual sistema político, de los partidos políticos y sindicatos, de los diversos gobiernos constitucionalistas centrales y autonómicos; y la connivencia con el terrorismo de los gobiernos separatistas. La componenda del PP con nacionalistas vascos y catalanes y la política que mantuvo durante la pasada tregua-trampa de privilegios penitenciarios a terroristas. Este sistema tiene una inmensa deuda histórica con las victimas del terrorismo.

3.- La insuficiencia de la legalidad constitucional para combatir el terrorismo y el separatismo. Lo injustificable de pretender someter la unidad de España a referéndum, como si la misma fuese el capricho de una generación. Como si la Historia y la Tradición no fuesen razones supremas por encima de ridículas votaciones.

4.- La necesidad de restablecer la pena de muerte contra el terrorismo, que se ha revelado como un método justo y efectivo para acabar con la sinrazón terrorista.


Juventudes Tradicionalistas de España http://www.carlismo.org/

24 febrero 2006

Madrid, febrero 2006.

Este sábado 25 de febrero se celebra en Madrid una gran manifestación, convocada por la Asociación de Víctimas del Terrorismo, contra la negociación con los terroristas de ETA y sus cómplices.Saldrá a las 17:30 desde la Plaza de la República Argentina, en dirección a la Plaza de Colón. Los carlistas, que se han adherido a esta convocatoria, acudirán en buen número, muchos de ellos formando sus propios grupos. Los del Círculo Antonio Molle Lazo y las Juventudes Tradicionalistas se concentrarán (D.m.) a las 16:30, Metro Nuevos Ministerios, salida Corte Inglés Castellana.

Más información: teléfonos 676755837 y 658798743.

21 febrero 2006

Manifestación contra el terrorismo

La Asociación de Víctimas del Terrorismo ha convocado para el sábado 25 una manifestación contra la negociación del Gobierno con ETA, bajo el lema "Por Ellos. Por Todos. ¡...........! en mi nombre ¡NO!".
Está previsto que la manifestación salga a las 17:30 del sábado desde la Plaza de la República Argentina, en dirección a la Plaza de Colón. En Madrid se espera una asistencia masiva desde todas partes de España.A la convocatoria se han adherido, entre otras organizaciones: la Comunión Tradicionalista, el Círculo Cultural "Antonio Molle Lazo" de Madrid, las Juventudes Tradicionalistas, el Círculo Cultural "Juan Vázquez de Mella" de Asturias, etc. Los carlistas, de entre cuyas filas ha habido varias víctimas de ETA, acuden con el lema "Por nuestros muertos: ¡No a la rendición!".Precisamente el Círculo Antonio Molle Lazo ha cancelado el círculo de estudios para jóvenes previsto para ese sábado, con el fin de facilitar la asistencia a la manifestación. Los círculos de estudio se reanudarán, D.m., el sábado 4 de marzo.

11 noviembre 2005

12 de Noviembre. Manifestación contra la LOE

El sábado 12 de noviembre a las 16.30 nos encontraremos en el Paseo del Prado esquina a Cuesta de Moyano. Metro Atocha . Autobuses 27, 32, 37, 10, 14, 26.

Una cita obligada por la situación de España

Porque es una sana reacción que manifiesta que no permanecemos indiferentes.
Porque queremos dejar claro que no es lo mismo enseñanza, educación y escolarización.
Porque los conceptos de público y privado se utilizan confusamente.

Y porque:

  • Los católicos, al haberse sustituído la enseñanza de la Iglesia y el discurso católico por el constitucionalismo liberal, han perdido el cuadro doctrinal y práctico que daba unidad y coherencia a su acción política, de modo que son incapaces de reaccionar ante las agresiones, cada vez más feroces, de las fuerzas anticatólicas.
  • Transitoriamente, la Constitución podría ser, quizás, un obstáculo contra el avance revolucionario... pero lo que tenemos que pedir a la Jerarquía Católica es que restituya la tesis de la Unidad Católica, para poder combatir en la vida política, sin complejos de inferioridad y con criterios claros, porque

EL FINAL DEPENDE DEL PRINCIPIO

NADA SIN DIOS

Secretaría Política de D. Sixto de Enrique de Borbón
Comunión Tradicionalista
J uventudes Tradicionalistas
Círculo Cultural Antonio Molle Lazo

16 junio 2005

CONTRA ABERRACIÓN LEGAL ESTADO CONFESIONAL


La Comunión Tradicionalista
El Círculo Cultural Antonio Molle Lazo
Las Juventudes Tradicionalistas

Bajo el lema "CONTRA ABERRACIÓN LEGAL ESTADO CONFESIONAL" se unirán a la manifestación del día 18 de junio en Madrid, convocada por el Foro de la Familia.
El punto de encuentro será en la calle Alcalá esquina Claudio Coello a las 5 de la tarde.

La Secretaría Política de S.A.R. Don Sixto Enrique de Borbón ha hecho público el siguiente comunicado:

ADHESIÓN DEL CARLISMO A LA MANIFESTACIÓN
DEL FORO ESPAÑOL DE LA FAMILIA

La Comunión Tradicionalista, ante la manifestación convocada en Madrid el sábado 18 de junio por el Foro Español de la Familia, con el apoyo de buena parte de los obispos españoles, para protestar por la política del Gobierno en relación con la familia y, singularmente, respecto del llamado “matrimonio” homosexual:
1) Anima a todos sus miembros y simpatizantes a acudir a la misma, pese a las ambigüedades derivadas de la afirmación de una supuesta “sociedad civil” autorregulada que protesta en forma impertinente su “aconfesionalidad”.
2) Recuerda, sin embargo, que la situación presente no es sino consecuencia de una política cuyo impulso tanto lejano como reciente procede de los conocidos como liberalismo “católico” y democracia “cristiana”, que en los últimos decenios ha recibido además apoyo consciente o inconsciente de las jerarquías católicas.
Para que la situación cambie es necesario, pues, que las mismas restituyan, a las fuerzas políticas que sostienen (y por desgracia la Comunión Tradicionalista se ha quedado sola) la restauración de la tesis de la unidad católica, las premisas necesarias para combatir en la vida política sin complejos de inferioridad y con criterios claros.

En Madrid, a 14 de junio de 2005.

Secretaría Política de S.A.R. Don Sixto Enrique de Borbón