07 julio 2012

Del carlismo tardosocialista al neocarlismo parroquial

Existe, mundo adelante, una organización que se denomina a sí misma Comunión Tradicionalista Carlista cuya obsesión por denostar, directa o indirectamente, a la Comunión Tradicionalista es signo evidente de una conciencia desapacible. Hasta ahora la Comunión Tradicionalista ha hecho oídos sordos a las invectivas, contra ella y contra S.A.R. Don Sixto Enrique de Borbón, que la logorrea internaútica del principal prócer de la denominada CTC lanza a la Red día sí, día no. Sin embargo, hoy, cuando esa organización se ha embarcado en un intento de unificar a los que, de una manera u otra, se tienen por carlistas; hoy, cuando su «Diputación General» trata «con el máximo interés la creciente presencia de D. Carlos Javier de Borbón-Parma en España», ya no es el momento de callar, sino de aclarar.

Nunca se le han dado bien al Carlismo las colaboraciones con fuerzas ajenas. Nada sacó la Comunión en tiempos de la Guerra de Cuba, aunque por patriotismo abandonó transitoriamente su actividad parlamentaria de oposición al gobierno liberal. Mal le fue su colaboración con el Alzamiento y su decisión de mantenerse en él a pesar del Decreto de Unificación. Tampoco logró para sí misma bien alguno de su colaboración activa con otros grupos para detener la transición a la democracia, momento dramático en que no sólo se opuso al nuevo régimen y a la legalización de los partidos de izquierdas y separatistas, sino también a los que hasta poco tiempo antes formaban parte del Carlismo. Pero los carlistas no se arrepienten de ninguna de estas colaboraciones en tiempo de guerra o de cambios revolucionarios. Fueron  dictadas por la urgencia y la necesidad de defender a la Iglesia y a la Patria, aunque para ello tuvieran que dejar de lado, momentáneamente, partes importantes de sus principios. En los inasequibles anales históricos de lo que hubiera sido está inscrita la decisiva influencia de tanto sacrificio desinteresado.

Estas colaboraciones dictadas por circunstancias bélicas y, por lo mismo, oportunas en extremo, distan enormemente de los compromisos que el Carlismo ha querido hacer en tiempos de paz. Nacidas de un imprudente deseo de alcanzar el poder, el tiempo siempre ha demostrado su inoportunidad. Los intentos de colaboración con Franco en la década de los sesenta, que provocaron tanto desánimo entre los carlistas, fueron hechos a destiempo pues, si tal componenda hubiera sido aceptable, cuando tuvo que hacerse fue al producirse la Unificación, no con un franquismo en plena decadencia. Las componendas con toda clase de izquierdas que emprendió Carlos Hugo, no sólo fueron radicalmente destructivas, sino insensatamente extemporáneas. Si a tal quería llegarse, la oportunidad se dio para el Carlismo al elegir bando en el Alzamiento. El «carlismo» paleosocialista a lo Tito, fue una traición a los principios y además fue ridículo porque se sumó, tarde y mal, al renqueante bloque del Este.

Con su improvisado «Partido Carlista», Carlos Hugo quiso hacerse un sitio en la naciente democracia y sólo hizo una labor destructiva. La llamada CTC, muy meritoriamente, denuncia esta defección, pero desde su surgimiento está dominada por la misma obsesión de que le concedan un lugar. Se conforman con un mínimo de doctrina para buscar la asociación unas veces con cualquier grupo o partido, sea demócratacristiano o fascista, que quiera mantener los llamados «principios no negociables»; otras veces trata de aunar a un carlismo historicista, sentimental y folklórico con la esperanza de ampliar unas bases ligadas bajo una doctrina esmirriada y esquelética. Nada más inoportuno en estos tiempos donde la democracia liberal y el capitalismo, de consuno, hacen aguas por todas partes y donde lo que se ha de procurar, primero, es la transmisión con toda seriedad de la doctrina íntegra.

Su inspiración última, desde siempre, ha sido una ideología vagamente carlista sometida a directrices eclesiales propias de una parroquia conciliar. Buen número de sus miembros, estoy seguro de ello, no han olvidado la Realeza de Cristo y mantienen para su coleto la confesionalidad del Estado y la prohibición de la libertad de cultos. Pero tanto en sus declaraciones como en sus acciones se constriñen a la defensa de ese ámbito privado que es la religiosidad personal y familiar. Como los curas en sus parroquias, parecen dispuestos a acoger con benevolencia a casi todo el espectro político, pero no a lo que ellos llaman integrismo. Ahí pierden toda compostura. En un reciente escrito, uno de sus intelectuales ―opus mal ribeteado de fraseología carlista― inserta, sin venir a cuento, como salida del alma, la siguiente frase de tintes maritainianos: «el integrismo es una parodia grotesca de la propuesta integral del carlismo. No se puede dar a Dios lo que es propio del César como no puede darse al César lo que es de Dios». A Dios, lo suyo, lo del César y el César mismo. Ahí se convierte la Comunión Tradicionalista en objeto de sus iras y la definen como brazo secular del «lefebvrismo» o falsedades similares. Porque la Comunión, la verdadera, respeta y mucho a la Hermandad de San Pío X, pero nada le debe, ni en la práctica, ni en la teoría política. Que el Carlismo ha defendido cuanto ella defiende mucho antes de que fuera conocida en España.

En suma, la ideología política públicamente mantenida por la supuesta CTC es la de un neocarlismo parroquial satisfecho con rechazar parcialmente el laicismo gubernamental y con presentar como una elección respetable los principios carlistas. Exactamente igual que los modernos eclesiásticos se conforman con denunciar el aborto y las otras leyes contra la familia o contra la «vida» (como ellos dicen) y con pedir que se consienta «vivir» el catolicismo postconciliar como opción entre otras. Llámese a esto neocarlismo parroquial, o como se quiera, esa CTC que defiende principios irrenunciables (como si pudiera haberlos renunciables) e intenta formar «ligas tradicionalistas» por medio de convivencias familiares (como si en eso consistiera la acción política), no es más que un trasunto democráticamente expurgado del Carlismo. Su carlismo emasculado no sirve sino para tranquilizar conciencias débiles con juegos florales y narraciones del pasado.

No hay más que ver lo que alegan para reivindicar su derecho a llamarse Comunión Tradicionalista. Aunque habría mucho que decir al respecto, admítase que ellos fueron haciéndose con el poder de la Comunión a partir del año 1987 y que, además de apoderarse de la inscripción que ésta tenía en el registro de partidos, recurrieron a inscribir también aparte el nombre de Comunión Tradicionalista. Sí, ellos «son» la CTC y la CT según la legalidad vigente, es decir según las leyes de la democracia partitocrática. Ni se les pasa por las mientes que la Comunión no es un partido, sino el conjunto de españoles que mantienen todos los principios del tradicionalismo y la legitimidad dinástica según las leyes de sucesión española. Cualquier día nos denuncian al gobierno por usar el nombre de Comunión. Cualquier día piden a Juan Carlos que les ayude a dirimir la cuestión sucesoria.

Cuestión sucesoria en la que la postura de la supuesta CTC alcanza el colmo del despropósito. Tras la defección de Carlos Hugo, como tal reconocida por la sedicente Comunión y en tanto que sus hijos no fueran mayores de edad, según las leyes sucesorias la responsabilidad de la corona recayó, como regente, sobre S.A.R. Don Sixto Enrique de Borbón, único varón restante, hijo del Rey Don Javier. Responsabilidad aceptada sin que pueda achacársele declaración alguna contra los principios de la tradición. ¡Ah! Pero a los próceres de ese grupo no les gusta este regente. Será quizás porque a ese grupo no le faltan ribetes de pacifismo (¡un carlismo pacifista!) y reprueban el acto heroico de Montejurra, donde Don Sixto Enrique se jugó personalmente su integridad física. Será porque Don Sixto, como los auténticos monarcas, tiene su propio criterio y no ha adoptado la política por ellos deseada. Sea por lo que sea, «no confían en él». Como si el monarca hubiera de hacer campaña electoral; como si debiera someterse a cuestiones de confianza. Yerre o acierte dentro de lo que a su prudencia compete, el monarca lo es mientras no abandone los principios o se extralimite convirtiéndose en tirano. En esto, los de esa CTC confunden monarquía con democracia y rey con presidente del gobierno. Y, cuando dicen que, en cierto modo, «andan buscando rey» y creen que la corona puede quedar vacante, mientras no haya un rey que les haga tilín, o cometen la misma confusión, o se dejan llevar de  alguna oscura concepción caudillista.

La última es que miran con ojos esperanzados a Carlos Javier, hijo mayor de Carlos Hugo. Empezando por Don Sixto Enrique, nadie niega a Carlos Javier la legitimidad de origen, pues la defección de su padre no invalida la transmisión de los derechos sucesorios. Pero no puede suceder a su padre, que dejó de ser príncipe hace cuarenta años, sino al Rey Don Javier. Y podría sucederle si recibe la corona de manos del regente, Don Sixto Enrique, caso de que cumpla las demás condiciones de la legitimidad. Sin la figura de Don Sixto, como regente, cualquier derecho sucesorio, a falta de legítimos reclamantes, habría periclitado durante los últimos decenios. La Junta de Gobierno de la supuesta CTC dice hacer votos «para que un día, cuando Dios quiera, sea posible un rey tradicional». ¿Creen acaso que los reyes surgen de manera milagrosa o por generación espontánea? Quien desee saber quién es el rey deberá recorrer, sin hiatos, la transmisión del poder monárquico según las leyes de sucesión. Si no compras un boleto, por mucho que reces no te tocará la lotería. La absurda idea de la orfandad dinástica, o de un tronovacantismo prolongado, sólo pone de manifiesto que esa CTC no se toma en serio ni la monarquía ni, por tanto, el carlismo.

De igual falta de seriedad han hecho gala cuando han querido hallar en la declaración de Carlos Javier de abril del 2011 «algunos aspectos positivos como:  ... su promesa de fidelidad a las tradiciones y en primer lugar a la religiosa, como clave de un esquema de recuperación de referentes morales». Porque lo que Carlos Javier dice sobre las tradiciones es lo siguiente: «Como mi padre, seré fiel a nuestras tradiciones», que no es evidentemente lo mismo. Y lo que dice respecto de la religión no se refiere sólo a la católica, sino que abarca cualquiera forma de religiosidad: «También nuestras raíces de cultura cristiana y humanista, donde han dejado huella otras espiritualidades, nos instan a luchar contra el terrible déficit ético … etc.». Ver en esto algo positivo ya no es falta de seriedad, sino aceptación de la tesis, primero kantiana y luego modernista, de la prioridad de la ética sobre las religiones institucionalizadas (incluida la católica) que son manifestaciones diversas de aquélla. Prefiero echar a buena parte estos traspiés doctrinales y pensar que, pese a su extrema gravedad, quizás hayan pasado inadvertidos a unos y otros. Eso tiene el contacto excluyente con los nuevos curas.

En todo caso, ¿qué puede esperar el Carlismo de un príncipe demócrata que dice: «Creo que desde nuestra secular identidad, original, comprometida y con la legitimidad democrática que nos otorga nuestra decidida participación en la transición democrática y nuestra marcha hacia una España plural, podemos ser actores históricos de un cambio ... »? ¿Qué de quien el mismo día jura (o algo así) los fueros navarros y pone flores en la tumba de comunistas? ¿Qué de quien se permite otorgar la Orden de la Legitimidad Proscrita por igual a un socialista, como Raúl Morodo, y a los ancianos patriarcas del carlismo? ¿Qué de quien promete cumplir «con los deberes y sacrificios que me impone el ser hoy el abanderado dinástico del Carlismo», y ha empezado por contraer un matrimonio desigual que priva a su descendencia de derechos sucesorios? Es posible que esa CTC y Carlos Javier de Borbón Parma lleguen a entenderse. Una y otro quieren hacerse un sitio. Pero será una alianza transitoria. Porque la llamada CTC quiere un puesto en el sistema eclesial y político para su neocarlismo parroquial. Ya ha conseguido eco en Infocatólica y, de seguro, espera resonar en Alfa y Omega. Sin embargo, me da en la nariz que todo eso le trae al pairo a Carlos Javier cuya aspiración probablemente se reduce a que el ¡Hola! le abone a su cuenta de famosos. Junto a la Duquesa de Alba.

José Miguel Gambra

23 mayo 2012

Crónica de la conferencia del Dr. Raúl Leguizamón

El sábado 19 de mayo de 2012, según lo que anunciábamos días atrás, Raúl Leguizamón, director del Instituto Creacionista de la Universidad Autónoma de Guadalajara (Méjico), pronunció una conferencia titulada «Y el mono se hizo hombre... Crítica del evolucionismo católico» para nuestro Círculo Cultural Molle Lazo de Madrid. El acto resultó un auténtico éxito no sólo por la afluencia de público que, en buena parte, hubo de permanecer en pie por falta de butacas, sino principalmente por el interés que la ponencia despertó en todo el auditorio. Tras la presentación del conferenciante, que corrió a cargo del Dr. Miguel Ayuso, el Dr. Leguizamón expuso magistralmente las incontables dificultades teóricas que conlleva la pretensión, tan en boga entre los ambientes eclesiásticos modernistas, de hacer compatible el evolucionismo con el magisterio católico. Firmemente sustentadas en la interpretación tradicional, o verdadera, de los textos bíblicos y las declaraciones mismas de los evolucionistas, sus palabras mostraron cómo la teoría evolucionista es esencialmente materialista y cómo sus propios defensores la consideraron siempre incompatible con el cristianismo. Sólo un deseo de adaptar, a cualquier precio, las enseñanzas de la Iglesia al mundo moderno puede mantener la artificiosa unión de esa teoría y la concepción cristiana de la naturaleza humana y de su creación. La fina ironía de Leguizamón hizo las delicias del público, por ejemplo cuando vino a decir que la sentencia bíblica sobre el hombre caído que reza «quia pulvis es et in pulverem reverteris» (Gen. 3, 19) debería según el evolucionismo católico reinterpretarse como si dijera «quia simius es et in simium reverteris», lo cual ―señaló― plantearía no sólo problemas filosóficos y teológicos sino también funerarios.

El coloquio que siguió a la charla tuvo tantas intervenciones por parte del público que el moderador se vio en la obligación de atajar la afluencia de preguntas para no agotar al orador.

07 mayo 2012

Conferencia Madrid 19 de mayo



Sábado 19 de mayo de 2012
19:00


Y el mono se hizo hombre...

Crítica del evolucionismo católico


por el Dr. Raúl Leguizamón


Raúl Leguizamón se doctoró en medicina en la Universidad Nacional de Córdoba (Argentina). Cursó después estudios en universidades de EE.UU., Alemania y Japón. Durante veintidós años ejerció como anatomopatólogo del Hospital San Roque, de la ciudad de Córdoba, de cuya Comisión de Bioética fue también miembro. Ha sido docente de Histología, Embriología y Genética y de Anatomía Patológica en la Universidad Nacional de Córdoba. Y desde el año 2003 dirige el Instituto Creacionista de la Universidad Autónoma de Guadalajara (Méjico).

Ha dado conferencias y publicado libros sobre temas de su especialidad, destacándose en particular por debelar los errores del evolucionismo en cualquiera de sus modalidades, incluida la sedicente católica. Para el número monográfico que la revista Verbo dedicó en 2009 (número 471-472) al tema al cumplirse el bicentenario del nacimiento de Darwin y los ciento cincuenta años de la publicación de su libro sobre El origen de las especies, escribió un notable texto titulado «La superstición darwinista».

Cabe destacar entre sus libros Fósiles polémicos, La ciencia contra la fe, En torno al origen de la vida, Y el mono se convirtió en hombre...

Precisamente le hemos pedido que, a partir de este provocador título, nos ilustre la crítica al «evolucionismo católico».


Fundación Francisco Elías de Tejada
C/. José Abascal (ant. General Sanjurjo), 38, bajo izquierda
(Metro Alonso Cano, Gregorio Marañón, Iglesia)

Más información: correo electrónico

29 abril 2012

Seminario de formación Madrid 5 de mayo

Sábado 5 de mayo de 2012
19:00


Seminario de formación
La incorporación de Navarra
a la Monarquía española

por Eugenio Barrera Etura, historiador


Con ocasión del V centenario de la unión de Navarra a la Monarquía española, el Círculo Cultural Antonio Molle Lazo organiza el próximo seminario de formación sobre dicho acontecimiento, considerando de gran interés recordar algunos aspectos hoy olvidados del mismo.


Fundación Francisco Elías de Tejada
C/. José Abascal (ant. General Sanjurjo), 38, bajo izquierda
(Metro Alonso Cano, Gregorio Marañón, Iglesia)

Más información: correo electrónico

22 abril 2012

Madrid, 26-28 de abril de 2012

El Círculo Cultural Antonio Molle Lazo comunica a sus socios, amigos y simpatizantes las actividades convocadas por otras asociaciones durante este mes de abril. Recomienda la participación en ellas por ser unas jornadas imprescindibles de divulgación histórica y fundamentos teológicos de la política. A todos aquellos que no permanecen indiferentes ante una sociedad que necesita dirigirse de algún modo político, les resultará conveniente el conocimiento histórico y el aprendizaje de pautas para la regeneración de España.

Jueves 26 de abril

Seminario internacional

EL «OTRO» CÁDIZ

Una revisión problemática de los orígenes del constitucionalismo hispánico


Organiza:
Consejo de Estudios Hispánicos Felipe II, junto con Tribuna Americana / Universidad Antonio de Nebrija

Casa de América. Paseo de Recoletos, 2. Madrid

Apertura 09:45 h. Cierre (última conferencia) 20:00 h.


Viernes 27 y sábado 28 de abril

IV Jornadas Hispánicas de Derecho Natural

y

XLIX Reunión de Amigos de la Ciudad Católica


EL BIEN COMÚN

Implicaciones político-jurídicas y cuestiones actuales


Organizan:
Consejo de Estudios Hispánicos Felipe II  / Fundación Speiro / Universidad Antonio de Nebrija / Unión Internacional de Juristas Católicos

Universidad Antonio de Nebrija. C/. Cea Bermúdez, 59. Madrid

Inauguración viernes 27, 17:45 h.
Cierre (conferencia de clausura) sábado 28, 20:00 h.

Más información e inscripciones en el cuaderno de bitácora del CEH Felipe II

07 abril 2012

Santa y feliz Pascua




Regina Coeli laetare,
Alleluia,
Quia Quem meruisti portare,
Alleluia,
Resurrexit, sicut dixit,
Alleluia.
Ora pro nobis Deum.
Alleluia.


Gaude et laetare Virgo Maria, alleluia.
Quia surrexit Dominus vere, alleluia.

08 marzo 2012

Ayuda al Círculo San Miguel de Liria



El Círculo San Miguel de Liria, bastión del Carlismo en el Reino de Valencia y uno de los círculos tradicionalistas más simpáticos y queridos, se encuentra en apuros. La «Consellería de Sanidad» autonómica efectuó una inspección de la cocina de la cafetería del círculo ―una de esas inspecciones que cerrarían la práctica totalidad de los restaurantes chinos y de los «kebabs», pero que por alguna misteriosa razón no lo hacen― y exigió tales y tan urgentes cambios en la misma que la junta del Círculo San Miguel se ha visto obligada, bajo la amenaza de clausura, a solicitar un préstamo de 36.000 € para poder acometerlos. Ya se han llevado a cabo, pero ahora queda pagar el préstamo.

Conocedora de tan angustiosa situación, la Secretaría Política de S.A.R. Don Sixto Enrique de Borbón les ha hecho llegar un donativo de quinientos euros, y ha encomendado al Círculo Molle Lazo la tarea de reunir una contribución mayor.

Hacemos un llamamiento a nuestros socios, correligionarios y amigos, para que contribuyan en la medida de sus posibilidades. Son tiempos difíciles para todos, pero no debe permitirse el cierre de una institución tan benemérita como el Círculo San Miguel.

Pueden ingresarse los donativos en la cuenta del Círculo Cultural Antonio Molle Lazo, Caja Madrid 2038 1153 21 6001032574, especificando en el concepto «Para el Círculo San Miguel».

03 marzo 2012

Madrid, 10 de marzo. Mártires de la Tradición



Sábado 10 de marzo de 2012
20:00

Santa Misa por los
Mártires de la Tradición


Capilla Santiago Apóstol
C/. Catalina Suárez, 16
(junto al nº 85 de la Avda. Ciudad de Barcelona)
Metro Pacífico, salida Dr. Esquerdo, impares.
Bus 8, 10, 24, 37, 54, 56, 57, 136, 140 y 141.
Madrid

Como sabéis, esa festividad fue establecida por S.M.C. Don Carlos VII en 1895 y, desde entonces, ha sido puntualmente celebrada por los carlistas, año tras año. Nada mejor que las palabras del propio Rey, para entender el sentido de esta celebración:

«¡Cuántos centenares de valerosos soldados he visto caer junto a mí, segados por las balas besando mi mano, como si en ella quisieran dejarme, en su último aliento, su último saludo a la Patria! (...)

Todos morían al grito de ¡Viva la Religión!, ¡viva España!, ¡viva el Rey!

Con la misma sagrada invocación en los labios ¡cuántos otros han entregado el alma a Dios, mártires incruentos en los hospitales, en la miseria; matados, aun más que por el hombre, por las humillaciones, y todo por no faltar a la fe jurada, por ser fieles al honor, por no doblar la rodilla ante la usurpación triunfante!

Nosotros, continuadores de su obra y herederos de las aspiraciones de todos ellos, tenemos el deber ineludible de honrar su memoria.

Con ese objeto propóngome que se instituya una fiesta nacional en honor de los mártires que, desde principio del s. XIX, han perecido a la sombra de la bandera de Dios, Patria y Rey, en los campos de batalla, en el destierro, en los calabozos y en los hospitales, y designo para celebrarla el día 10 de marzo de cada año, día en que se conmemora el aniversario de la muerte de mi abuelo Carlos V. (...)

En ella debemos procurar sufragios a las almas de los que nos han precedido en esta lucha secular, y honrar su memoria de todas las maneras imaginables».

Esto decía Carlos VII al instituir la fiesta hace 115 años. Con cuánta mayor razón lo diría hoy, tras el inmenso sacrificio que hicieron los requetés durante la Cruzada del 36. Sacrificio que condujo a la victoria y salvó a España del peligro marxista, pero se renovó de manera cruenta con los carlistas muertos a manos del terrorismo.

En esta sociedad desértica de toda virtud, sentimos los carlistas la zozobra de una soledad sin oasis; nuestro espíritu decae y se tambalea en su aislamiento. Nada tan reconfortante como unirnos en la oración por aquellas masas de requetés y correligionarios que nos han precedido. Así recordaremos que, a pesar del transitorio abandono de quienes nos rodean en el espacio, estamos, a través del tiempo, enlazados con innumerables hombres de ejemplar virtud, cuyo esfuerzo nos ha transmitido la antorcha inmortal del carlismo. Nada más piadoso que rezar por el eterno descanso de sus almas y pedir la intercesión de todos los que estarán en la presencia del Padre, como, de seguro, lo está Antonio Molle Lazo.

Venid, pues, numerosos a orar por nuestros muertos. Porque vosotros, fieles a la fe jurada y dolientes por las humillaciones, serviréis de enlace con futuras generaciones de carlistas que, a su vez, os procurarán sufragios para vuestro eterno descanso.
(De la Circular de la Comunión Tradicionalista,
Madrid, 21 de febrero de 2011)

27 febrero 2012

Seminario de formación Madrid 3 de marzo


Sábado 3 de marzo de 2012
19:00

Seminario de formación
¿Somos iguales?


por Juan Matías Santos, doctor en psiquiatría

Juan Matías Santos García, médico psiquiatra, disertará sobre la supuesta igualdad de hombres y mujeres, tanto en su aspecto físico como psicológico, centrándose de modo especial en el funcionamiento del cerebro de cada uno de los sexos y en algunas de las consecuencias de estas realidades naturales sobre la sociedad.

Fundación Francisco Elías de Tejada
C/. José Abascal (ant. General Sanjurjo), 38, bajo izquierda
(Metro Alonso Cano, Gregorio Marañón, Iglesia)

Más información: correo electrónico

26 enero 2012

Seminario de formación Madrid 4 de febrero


Sábado 4 de febrero de 2012
19:00

Seminario de formación
El Ejército español
en la actualidad


por Francisco Requena Paredes

Esta presentación se basa en la experiencia del conferenciante y versará sobre la Reserva Voluntaria en el modelo de ejército actual, así como sobre su verdadera situación hoy día, fruto del pensamiento liberal postmoderno según el cual se han ido reformando los ejércitos de nuestra Patria en los últimos treinta años.


Fundación Francisco Elías de Tejada
C/. José Abascal (ant. General Sanjurjo), 38, bajo izquierda
(Metro Alonso Cano, Gregorio Marañón, Iglesia)

Más información: correo electrónico

22 diciembre 2011

Felices Navidades


El Círculo Cultural Antonio Molle Lazo desea a todos sus socios y amigos una feliz Navidad y un próspero año nuevo, 2012 del nacimiento del Único Salvador, Nuestro Señor Jesucristo.

26 noviembre 2011

Seminario de formación Madrid 10 de diciembre



Sábado 10 de diciembre de 2011
19:00

Seminario de formación
Aproximación crítica
a Teilhard de Chardin,

inspirador de la Nueva Era


por Nicolás Martín Bayliss

Con motivo del puente de diciembre, el próximo seminario de formación del Círculo Cultural Antonio Molle Lazo tendrá lugar (D.m.) el sábado día 10 de dicho mes, en el lugar y a la hora acostumbrados.

Correrá a cargo de Nicolás Martín Bayliss, licenciado en derecho, quien nos ofrecerá una introducción al tema de las sectas de la Nueva Era, tan extendidas a nuestro alrededor y que están cambiando profundamente nuestra sociedad con la utilización de técnicas psicológicas de manipulación de la conciencia. Un asunto, por tanto, de gran actualidad e importancia aunque, quizás precisamente por ello, silenciado habitualmente por los medios desinformativos de masas.


Fundación Francisco Elías de Tejada
C/. José Abascal (ant. General Sanjurjo), 38, bajo izquierda
(Metro Alonso Cano, Gregorio Marañón, Iglesia)

Más información: correo electrónico

18 noviembre 2011

20-N: ABSTENCIÓN. Por Madrid, por Castilla, por España


El domingo 20 de noviembre de 2011 se celebran elecciones generales en España. No se presentan candidaturas de la Comunión Tradicionalista. El proceso electoral en curso —que es, no está de más recordarlo, de por sí ilegítimo— tenía ya en su normativa las marcas del totalitarismo, la corrupción legalizada, el clientelismo y la incongruencia, que aseguraban la nula representatividad de los elegidos. Hace unos meses, las maquinarias de los partidos del sistema han dado un paso más en su dictadura democrática, al añadir requisitos para presentar candidaturas que hacen extraordinariamente difícil la presencia de otras voces que no sean las suyas, las de los oligarcas. El partido único —de hecho— formado por PP, PSOE, IU y nacionalistas, no quiere competencia.

No existe obligación moral de votar ni de participar en el proceso electoral. El próximo domingo, en casi toda España, la obligación moral es la contraria: la abstención.

La única opción lícita de voto se circunscribe a una región. Es legítimo otorgar el sufragio a las candidaturas de la Plataforma por Cataluña (PxC).

En todas las demás, no es lícito votar. Tampoco debe optarse por el voto en blanco, que la absurda ley electoral hace que favorezca a las listas electas, ni por el voto nulo. Trabajemos por la regeneración de España, al margen de las urnas. El 20 de noviembre, ABSTENCIÓN.

Noviembre de 2011

Secretaría Política
de S.A.R. Don Sixto Enrique de Borbón



El domingo 20 de noviembre se celebran también elecciones locales parciales, en algunos municipios y entidades locales menores. Puede consultarse aquí el comunicado de la Comunión Tradicionalista sobre las elecciones municipales.




El sistema democrático, tal como generalmente hoy se entiende, se presenta a sí mismo como el único modo de evitar males innumerables en una sociedad ideológicamente dividida. Se pretende que dentro de él cabe dar apoyo a cualquier doctrina política, evitando la confrontación y la violencia. La experiencia demuestra que tal sistema conduce inexorablemente a la degeneración de las costumbres, al deterioro de la convivencia y al desorden en todos los aspectos de la vida social. Lo cual hoy no es sólo evidente para cualquier español, incluso descreído, que observe la realidad que le rodea, sino que era algo previsible a priori. Porque la partitocracia se funda esencialmente en la búsqueda de voto, para lo cual no hay más eficaz procedimiento que el halago de las pasiones individuales.

Los católicos de nuestro país, que al comienzo de la etapa democrática constituían una aplastante mayoría, han dado su consentimiento a ese proceso de degradación gracias a la aplicación de tres principios morales, malentendidos cada uno por separado y cuya conjunción ha dado muestras de una inmejorable eficacia para dejar en la más completa inoperancia política al catolicismo. Tales principios se pueden designar respectivamente como principio del mal menor, principio pacifista y principio de sagacidad.

El primero de ellos, rectamente entendido establece que, cuando no hay más posibilidad que elegir entre dos males, se ha de procurar el mal menor. El mal uso de este principio suele consistir en eliminar posibilidades realmente existentes por razones diversas.

El segundo viene a señalar que la paz es un bien deseable y muy elevado dentro de los bienes socialmente perseguibles. Pero no es un bien absoluto, pues las contiendas y enfrentamientos no sólo son permitidas, sino obligatorias, cuando se trata de salvar un bien mayor que la propia paz. Su mal uso consiste en hacer de la paz humana el bien primero e irrenunciable.

El principio de la sagacidad, vendría a señalar que el católico, el hijo de la luz, ha de obrar con prudencia, es decir con diligencia e inteligencia en las cosas de Dios, como es el ordenamiento de la sociedad política hacia el fin último del hombre. La prudencia se convierte en sagacidad bien cuando se busca un fin bueno por medios moralmente ilícitos, bien cuando se tergiversan los fines con razones que ocultan un interés mundano o carnal.

Reblandecida la pugnacidad del catolicismo por la ola de acercamiento al mundo que supuso la etapa conciliar, los lamentables eclesiásticos que dirigían la iglesia española, utilizaron su autoridad para favorecer el voto a la Constitución de 1978. A tal efecto, unas veces defendieron abiertamente el pluralismo político y otras, para vencer la resistencia de los muchos recalcitrantes, emplearon el principio del mal menor unido al del irenismo. Aunque los católicos sean más en número ―venían a decir― y la Constitución tenga numerosos puntos inaceptables para la doctrina católica, sólo cabe votar a favor de ella en orden a evitar el enfrentamiento con los partidos de izquierda que, siendo menores por el número, están mejor organizados tras la época de Franco. Eso, unido a la oposición frontal de las jerarquías eclesiásticas a la existencia de partidos políticos nominalmente católicos, produjo un mayoritario apoyo católico a una constitución atea.

A partir de ahí, la velocidad cuesta abajo hizo cada vez más costoso el camino inverso. El padre que, por evitar una pataleta, cede ante el hijo cuando quiere un caramelo antes de comer, carece en lo sucesivo de autoridad moral para no plegarse a los sucesivos caprichos culinarios de la criatura y acabará comprándole pasteles a todas horas. Hasta que una precoz enfermedad del niño obligue a tomar medidas mucho más dolorosas que cualquier perra infantil.

Hechas las primeras elecciones, de las cuales sólo salieron gananciosos los partidos laicistas, entró en juego la mezcla de los tres principios citados: el del pacifismo impedía considerar ni siquiera la posibilidad de un enfrentamiento ante poderes legalizados y enseñoreados. Los otros dos juntos dieron como resultado que se recomendara a los católicos el voto al menos malo de los partidos. Según el principio del mal menor mezclado con el de sagacidad, el voto no se había de realizar conforme a las creencias de los católicos, sino según el astuto cálculo de los votos probables y la elección entre los dos partidos más favorecidos por ese cálculo, despreciando a los partidos opuestos al sistema y defensores del orden político cristiano, porque supuestamente no iban a ser votados. La sagacidad del éxito hizo olvidar el deber. Las disquisiciones sobre las posibilidades de victoria postergaron la obligación de testimoniar las verdaderas creencias. Y así, por poner el ejemplo de la cuestiones familiares (que no son las únicas, ni las básicas), los católicos se acostumbraron a dar su apoyo, primero a los defensores de cierto tipo de divorcio, luego al divorcio indiscriminado y al aborto, para acabar votando al que, según cálculos sagaces de intenciones (siempre errados por cierto), menos infantes pensaran liquidar. Acabarán votando a quienes sólo defiendan el «matrimonio» homosexual y no el bestial o a quienes sólo legalicen la blasfemia y no el sacrilegio. E introducirán por última vez su papeleta cuando elijan entre quienes piensen eliminar limpiamente a los católicos y quienes prefieran usarlos antes como diversión en el circo. Y eso con la bendición episcopal y con la conciencia tranquila del que hace lo que puede y, por tanto, lo que debe.

El auténtico Carlismo, que nunca rehuyó el enfrentamiento necesario, desde el principio se opuso a este proceso. No apoyó ni la Constitución ni, luego, a partido alguno que no defendiera los principios básicos de la multisecular doctrina social de la Iglesia. El principio del mal menor sólo es aplicable cuando no hay otra posibilidad, pero es un engaño dar por imposibles las soluciones molestas, o que conlleven sacrificios, para luego aplicar ese principio. Por eso, hoy, cuando la entente de los partidos mayoritarios ha cambiado la ley electoral hasta impedir que concurra a las elecciones casi ningún partido de ideario tradicional, la Comunión Tradicionalista mantiene en general un abstencionismo militante. Porque, en la actual tesitura, es falso que sólo quede la posibilidad de votar a uno de los partidos mayoritarios: cabe también torpedear el sistema con un abstencionismo de lucha que, para no confundirse con la abstención apática, debe ir acompañado de una acción política y de una propaganda eficaz. Y, a día de hoy, esta última posibilidad es el mal menor en casi todas las regiones. Molesto, sí, pero también moralmente obligatorio.

14 octubre 2011

Cena de Cristo Rey 2011



Madrid
sábado 5 de noviembre de 2011

21:00

Cena de Cristo Rey
Hotel NH Zurbano
C/. Zurbano, 79


La cena de Cristo Rey, tradicional de los carlistas madrileños, se celebra habitualmente el sábado anterior a la fiesta de Cristo Rey, último domingo de octubre. Por causa del puente se retrasa este año una semana. S.A.R. Don Sixto Enrique de Borbón ha anunciado su presencia.

A los postres tomarán la palabra los siguientes oradores:
  • D. José de Armas (Presidente del Círculo Tradicionalista Roca y Ponsa de Las Palmas de Gran Canaria).
  • D. Maurizio Di Giovine (Delegado de la Comunión Tradicionalista en la Península Italiana y secretario del Comité organizador de los Congresos tradicionalistas de Civitella del Tronto).
  • D. José Miguel Gambra (Jefe Delegado de la Comunión Tradicionalista).
Dado el número limitado de plazas, para asistir a la cena es imprescindible haber hecho una reserva y que ésta haya sido confirmada por la organización. A tal efecto hay que mandar un correo electrónico o llamar al teléfono 622796664, especificando nombre y apellidos de cada uno de los solicitantes, y esperar la confirmación de la reserva. El precio del cubierto será de 40 €.


Antes de la cena, en el mismo Hotel NH Zurbano, a las 19:00, el Consejo de Estudios Hispánicos Felipe II presentará el libro A los 175 años del Carlismo: una revisión de la tradición política hispánica, que recoge parcialmente las actas del Congreso internacional celebrado en Madrid los días 27 y 28 de septiembre de 2008, en cuya organización colaboró el Círculo Cultural Antonio Molle Lazo.

Intervendrán:
  • Miguel Ayuso Torres (Director Científico del Consejo de Estudios Hispánicos Felipe II).
  • Alfonso Bullón de Mendoza Gómez de Valugera (Director del Instituto CEU de Estudios Históricos).
  • Andrés Gambra Gutiérrez (Secretario General de la Universidad R. Juan Carlos).
  • Manuel de Santa Cruz (historiador y periodista).

10 octubre 2011

Seminario de formación Madrid 13 de octubre



Jueves 13 de octubre de 2011
19:30

Seminario de formación
La Sábana Santa
y la Pasión de Nuestro Señor


por Juan Carlos Ossandón Valdés


El Círculo Cultural Antonio Molle Lazo inaugura el curso académico y político 2011-2012 con su primer seminario de formación, que tendrá lugar (D.m.) el jueves 13 de octubre (no en sábado, como es y seguirá siendo habitual). El profesor Juan Carlos Ossandón Valdés hablará sobre La Sábana Santa y la Pasión de Nuestro Señor. Incluye presentación audiovisual.

Juan Carlos Ossandón Valdés, profesor de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso y de la Universidad Adolfo Ibáñez de Viña del Mar (Chile) y autor de numerosos libros y artículos, ya vino al Círculo Molle Lazo en febrero de 2008, para hablar del gran tradicionalista chileno Padre Osvaldo Lira (1904-1996).


Fundación Francisco Elías de Tejada
C/. José Abascal (ant. General Sanjurjo), 38, bajo izquierda
(Metro Alonso Cano, Gregorio Marañón, Iglesia)


Más información: correo electrónico

30 septiembre 2011

Comienza el curso en Madrid

El Círculo Cultural Antonio Molle Lazo inaugura el curso académico y político 2011-2012 con su primer seminario de formación, que tendrá lugar (D.m.) el jueves 13 de octubre (no en sábado, como es y seguirá siendo habitual). El profesor Juan Carlos Ossandón Valdés hablará sobre La Sábana Santa y la Pasión de Nuestro Señor. A las 19:30, en la Fundación Francisco Elías de Tejada (C/. José Abascal, ant. General Sanjurjo, 38, bajo izquierda).

Del viernes 21 al domingo 23 de octubre, el Círculo organiza un curso intensivo de retórica, con una duración de unas dieciséis horas, que impartirá un profesor especializado en ese género de técnicas. El curso está reservado a socios activos del Círculo Cultural Antonio Molle Lazo y a militantes de las Juventudes Tradicionalistas y la AET, con rigurosa inscripción previa. No se trata de una serie de conferencias, sino de un trabajo de grupo en el cual todos hacen prácticas ante una cámara que luego se visualiza, etc. Es, pues, muy importante que quienes se apunten se comprometan constantemente hasta el final para no entorpecer el desarrollo del curso. El número de plazas es muy limitado. Los interesados en participar deben solicitar y formalizar su inscripción lo antes posible, para lo cual deberán dirigirse al Presidente del Círculo y cumplir los requisitos mencionados y los que se les indicarán.

La cena de Cristo Rey, tradicional de los carlistas madrileños, se celebra habitualmente el sábado anterior a la fiesta de Cristo Rey, último domingo de octubre. Por volver a coincidir este año con el puente de Todos los Santos, se retrasa una semana: tendrá lugar el sábado 5 de noviembre. Los detalles se comunicarán próximamente.

En la tarde del mismo sábado 5 de noviembre (al día siguiente de la festividad de San Carlos Borromeo, día de la Dinastía legítima), tiene previsto el Consejo de Estudios Hispánicos Felipe II la presentación del primer libro de las actas del Congreso del 175º aniversario del Carlismo, en cuya organización colaboró el Círculo Cultural Antonio Molle Lazo.

10 agosto 2011

LXXV aniversario Antonio Molle Lazo


«¡Me mataréis, pero Cristo triunfará!»

Hoy miércoles (festividad de San Lorenzo, diácono y mártir) se cumple el 75º aniversario del martirio del requeté Antonio Molle Lazo, cuyo nombre lleva nuestro círculo.

Nació en Arcos de la Frontera en la madrugada del Viernes Santo, 2 de abril de 1915. Militante tradicionalista de siempre, se alistó en el Tercio de Requetés de Nuestra Señora de la Merced, de Jerez de la Frontera, y el 10 de agosto de 1936 halló santa y gloriosa muerte en Peñaflor (Sevilla), después de sufrir en su cuerpo grandes tormentos y mutilaciones, mientras a las blasfemias e improperios de los rojos, respondía gritando: ¡Viva Cristo Rey! ¡Viva España! Sus restos reposan en la Capilla de Cristo Rey de la Basílica del Carmen, en Jerez de la Frontera.

28 mayo 2011

Próxima asamblea del Círculo

Sábado 25 de junio de 2011

10:45

Asamblea del
Círculo Cultural Antonio Molle Lazo


Primera convocatoria: 10:45
Segunda convocatoria: 11:00


Podrán asistir todos los socios al corriente del pago de sus cuotas.

Las cuotas pendientes podrán regularizarse en metálico inmediatamente antes del comienzo de la asamblea.


Fundación Francisco Elías de Tejada
C/. José Abascal (ant. General Sanjurjo), 38, bajo izquierda
(Metro Alonso Cano, Gregorio Marañón, Iglesia)

Correo electrónico

10 mayo 2011

El Carlismo ante las próximas elecciones municipales y autonómicas



  • Elecciones autonómicas: Abstención
  • Elecciones municipales: Abstención o voto a candidaturas independientes

El domingo 22 de mayo de 2011 se celebran elecciones municipales y también a la mayoría de las «comunidades autónomas» que desfiguran y suplantan a las regiones históricas de España. No se presentan candidaturas carlistas. Para los tradicionalistas, y en general para los españoles de bien, no resulta lícito dar el voto a ninguno de los partidos políticos y coaliciones de ámbito nacional. Tampoco a partidos o coaliciones de signo nacionalista regional.

En muy contados casos será posible dar el voto en las elecciones municipales a candidaturas independientes (siempre que lo sean verdaderamente, sin lazos con partido político alguno); para lo cual será necesario tener certeza de que se trate de candidatos de absoluta rectitud de principios e ideas, y examinar con cuidado sus programas.

El proceso electoral en curso —de por sí ilegítimo— está, además, viciado por la normativa electoral vigente, ejemplo de totalitarismo, incongruencia y corrupción legalizada. Sea quien fuere quien afirme lo contrario, no existe obligación alguna de participar en el mismo: la abstención es no sólo una opción legítima, sino seguramente la más legítima de todas. En el caso de las próximas elecciones autonómicas, la abstención resulta obligada, sin excepción.